En este último año afortunadamente hemos tenido grandes estudios y ensayos clínicos que han analizado el papel de la triple terapia para el tratamiento de nuestros pacientes con EPOC. Ya es indiscutible el beneficio que aporta la triple terapia cuando se selecciona bien el paciente al que se le prescribe. No obstante, seguimos necesitando estudios que evalúen la eficacia de los tratamientos inhalados y que tengan como objetivo primario la mortalidad. Hasta la fecha, los estudios disponibles han evaluado este resultado de salud como objetivo secundario.
Otro aspecto importante es el beneficio que aportan los corticoides inhalados a nuestros pacientes, cada vez más perfilados. Aun así, no debemos olvidar la importancia de descartar otras comorbilidades o situaciones que podrían verse poco favorecidas por el uso de este tratamiento, como la infección bronquial crónica o las infecciones agudas. El microbioma y los microorganismos potencialmente patógenos tienen cada vez más protagonismo en la EPOC.
A pesar de la evidencia de la que disponemos, seguimos teniendo que buscar biomarcadores que nos ayuden a caracterizar y tratar de una forma más personalizada a nuestros pacientes. Parece que el perfil eosinófilo cada vez está más establecido en este sentido. Sin embargo, es necesario seguir profundizando en este aspecto para ser más precisos en los tratamientos que podemos ofrecer a nuestros pacientes.
Dra. Marta Marín.
Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid.